La incertidumbre económica, provocada por la Covid-19 debe de costar US$ 1 billones de dólares a la economía mundial en el año 2020, se prevé que la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (Unctad).
Según el director de la división de Globalización y Estrategias de Desarrollo, la agencia de viajes, Richard Kozul-Wright, de la economía, se debe reducir la velocidad y hacer crecer a menos de un 2%.
El especialista dijo que el virus que la causa de la inestabilidad en los mercados financieros de todo el mundo, las preocupaciones en torno a la cadena de suministro mundial y la incertidumbre en los precios del petróleo. Según él, los países deben escapar a sus efectos.
La Unctad también ha analizado las consecuencias que tiene el peor de los casos, en los que la economía mundial crecería sólo el 0,5% y llegó a la conclusión de que tendría un impacto de US$ 2 billones de dólares en el Producto Interno Bruto (PIB), la suma de los bienes y servicios que se producen en el mundo.
Para luchar contra estos problemas, el especialista dijo que "los gobiernos deben invertir, a fin de evitar un colapso aún más perjudicial".
Kozul-Wright, dijo que de la China, en donde el virus se originó en diciembre, se ha de introducir medidas expansionistas", como el aumento del consumo y la reducción de impuestos. Según él, los Estados Unidos deben seguir el mismo camino.
En la ue y en la zona del euro, el especialista dijo que las señales eran negativos para el final del año 2019. Ahora bien, es "casi seguro" de que en la región se debe a entrar en recesión en los próximos meses. Hizo hincapié en que la economía de Alemania, diciendo que es muy frágil, a Italia y a otros países de la periferia, por la que se deben enfrentar a las "tensiones muy graves."
En cuanto a los países de América Latina, el experto de la Unctad dijo que, también son vulnerables, y que en la Argentina, en particular, se está luchando en contra de los efectos indirectos de esta crisis".
En los países de bajos ingresos, cuyas economías están impulsadas por la venta de la materia prima, también se verán afectados.
Kozul-Wright, ha concluido diciendo que "es necesaria una serie de respuestas de las políticas y reformas institucionales, para evitar que el choque de la salud, se encuentra en China se convierta en una crisis económica global".